skip to main |
skip to sidebar
"No era un paisaje de belleza deslumbrante, ni un escenario grandioso con precipicios escarpados o rápidos que horadasen las peñas. Colinas suaves y una corriente mansa, bajo el velo delicado de la niebla vespertina: un escenario amable, refinado y sereno, como de pintura yamato-e. Cada cual ve la naturaleza a su manera, y habrá quizá quien piense que esa clase de paisaje no merece una mirada. A mí, por el contrario, son esos montes y esos ríos vulgares, ni majesutosos ni incomparables, los que me invitan a una dulce ensoñación y me dan ganas de quedarme para siempre. Un panorama así podrá no sorprender a los ojos ni arrebatar el espíritu, pero recibe al viajero con sonrisa de amigo"
0 comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenido, ¡Gracias por tu comentario!