"Al tropezar en la grava y ser pisoteado por una horda de lunáticos delirantes había entendido mejor la incoherencia que dirigía la vida de Wilt. A las personas les pasaban cosas sin ningún motivo concreto, y aunque hasta entonces Flint había creído que todos los efectos tenían que tener una causa racional, ahora se daba cuenta de que la norma era lo puramente accidental. Dicho de otro modo: nada tenía sentido".
"Por primera vez en su larga carrera de policía empezaba a apreciar la negativa de Henry Wilt a contemplarlo todo en términos de bueno y malo o blanco y negro. Entremedio había zonas de gris y el mundo estaba dominado por ellas [...] Aquello fue una revelación para el inspector, y una revelación liberadora".
Seishu Hase: El chico y el perro
Hace 5 horas
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