martes, 29 de diciembre de 2009

La biblia de neón - John Kennedy Toole

Aviso: El último fragmento es parte del final del libro.

"Esos Renning son los que nos mantienen en la miseria. Malditos sean esos tíos ricos. Son los que mantienen este valle pobre, ellos y los condenados políticos, a los que apoyan para que les elijan y nos gobiernen."


****

"Las conducían bastante bien, y eso me hacía pensar en cómo las personas a veces pueden hacer cosas de las que nunca las habrías creido capaces."

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"La esposa del señor Williams iba a la iglesia del predicador, y gracias a ella me enteré de lo que pensaban hacer con mamá. El señor Williams me dijo que el predicador y Flora estaban haciendo gestiones para que admitieran a mamá en el manicomio. No podía dar crédito a mis oídos, porque mamá nunca veía a nadie en el pueblo ni nadie la veía a ella, excepto algunos hombres que seguían yendo al claro a cazar conejos. Pensé en los motivos que tendrían para hacer semejante cosa, pero no se me ocurrió ninguno. [...] Pensaba en cómo ciertas personas podían hacer lo que quisieran con otras sin que el sheriff las metiera en la cárcel, e imaginé a mamá subiendo al coche del predicador y abandonándonos. Aquellas imágenes, su partida, y el predicador diciendo a todo el mundo cómo había ayudado al pueblo y a la pobre mujer, llenaban mi mente y no podía pensar en nada más. ¿Qué otra cosa podía hacer un cristiano? Les diría el predicador. Todo buen cristiano actuaría asi sin vacilar.
Me estaba cansando de lo que el predicador llamaba cristiano. Todo lo que él hacia era cristiano, y sus feligreses creían lo mismo. Si robaba en la biblioteca algún libro que no le gustaba, o hacía que el domingo una emisora de radio sólo emitiera durante una parte de la jornada, o encerraba a alguien en el asilo estatal para pobres, a todo eso lo llamaba cristiano. Yo no había tendo mucha instrucción religiosa [...] pero estaba seguro de lo que significaba creer en Cristo, y no era la mitad de las cosas que hacía el predicador."

****

"- ¿Qué quiere?
- Mira, tengo el coche al pie de la colina, y estoy preparado para llevarla a un sitio muy bonito. Ya sabes a qué lugar me refiero. Allí será feliz, hijo. Este no es lugar para ella [...] Ve a buscarla. Esperaré ahi sentado.
- No va a ir con usted, no está aquí -[...]
- Vamos, hijo, creo que no lo entiendes. Es por tu propio bien, y también por el del pueblo. Como cristiano he de procurar que cuanto se haga sea por el bien de todos. Subiré yo mismo a buscarla.
- Le he dicho que no está. Además, usted no puede entrar aquí sin más. Váyase ¿Me oye? Salga de aquí. Baje de esa maldita escalera antes de que le haga bajar yo [...]
- No seguiré escuchando tus irreverencias, muchacho. Tranquilízate y da gracias porque alguien tiene el suficiente interés en trabajar por ti y ayudarte en nombre del Señor.

Empezó a subir los escalones, y entonces corrí a la cocina y cogí el arma. Apunté y disparé cuando llegaba a lo alto de la escalera. El retroceso de la pistola me empujó contra la pared, y cuando recuperé el equilibrio vi que el predicador caia hacia adelante".

La elegancia del erizo - Muriel Barbery


"Quizás estar vivo sea esto: perseguir instantes que mueren."

"El Arte es la emoción sin el deseo"


La elegancia del erizo - Muriel Barbery

"¿Para qué sirve el Arte? Para darnos la breve pero fulgurante ilusión de la camelia, abriendo en el tiempo una brecha emocional que parece irreductible a la lógica animal. ¿Cómo surge el Arte? Nace de la capacidad que tiene la mente de esculpir el ámbito sensorial. ¿Qué hace el Arte por nosotros? Da forma y hace visibles nuestras emociones y, al hacerlo, les atribuye este sello de eternidad que llevan todas las obras que, a través de una forma particular, saben encarnar el universo de los afectos humanos."

En brazos de la mujer madura - Stephen Vizinczey

"Estas pasiones sin esperanza llevan implícita la suposición de que existe una posibilidad, que si nuestro ídolo no repara en nosotros es porque hemos sido incapaces de demostrarle nuestra verdadera valía. Si pudiéramos mostrarnos como somos en realidad, revelar la profundidad de nuestros sentimientos..., ¿Cómo iba a resistírsenos? Es el nuestro un optimismo sin límites."

En brazos de la mujer madura - Stephen Vizinczey

"- Pareces conocerme muy bien - Le dije-, de manera que no ha de serte difícil adivinar lo que siento.
Zsuzsa volvió a cambiar de actitud, con rapidez.
- Yo diría que tú deseas todo lo que puedes conseguir."

En brazos de la mujer madura - Stephen Vizinczey

"- Bueno, creo que no debe preocuparme mucho que seas más joven que yo -dijo cuando nos levantamos de la mesa-. Quizá no sepas mucho de la vida ni de la gente, pero sabes más que yo de lo que dicen los libros, de modo que quedamos a la par. No soporto a los individuos que son más tontos que yo."

En brazos de la mujer madura - Stephen Vizinczey

"- Te quiero
- No digas eso - Protestó Paola, perdiendo la alegría. Se subió la manta hasta el cuello, impidiéndome recrearme con su cuerpo-. Me haces sentir en la obligación de decir lo mismo. Y no puedo decir eso. No sería verdad.
- ¡Pues vamos a mentir!
- Si tú puedes mentir, yo no."

viernes, 4 de diciembre de 2009

En brazos de la mujer madura IV - Stephen Vizinczey

"La cara desnuda de una mujer completamente vestida me resulta irresistible. Y ahora Klarí me preguntaba que podía hacer conmigo.

- Seducirme.
Se puso seria.
- Eso no lo esperaba de ti, András.
- ¿No me has preguntado qué ibas a hacer conmigo?
- Era un decir, una frase amistosa para entrar en conversación.
- ¿Qué hay más amistoso que pedirte que me seduzcas?
[...]"

En brazos de la mujer madura III- Stephen Vizinczey

"Ella se deleitaba en todos los movimientos, o, simplemente, sólo con tocar mis huesos y mi carne. Maya no era de esas mujeres para las que el orgasmo es la única recompesa por una actividad pesada: hacer el amor con ella era consumar una unión, no la masturbación interna de dos desconocidos en una misma cama".

En brazos de la mujer madura III - Stephen Vizinczey

"Nuestro profesor de Inglés nos dijo que Romeo y Julieta trataba de la fuerza del amor de la juventud que vence a la muerte. Cuando leí la obra, descubrí que se trata de la fuerza de la ignorancia de la juventud que vence al amor y a la vida. Porque, ¿Quién si no dos chavales idiotas habían de matarse en el preciso instante en que, por fin, van a poder reunirse después de tantas penalidades e intrigas?
Todavía pienso que, en la medida de lo posible, chicos y chicas deberían desentenderse unos de otros. Hoy las chicas son más complacientes y son ellas las que sufren, más que los chicos. Pero para ambos la adolescencia puede ser un infierno. Entonces, ¿Por qué compartirla?.
Tratar de hacer el amor con alguien que es tan torpe como uno mismo me parece tan insensato como meterse en aguas profundas con otro que tampoco sepa nadar. Aunque no te ahogues, te llevas un buen susto".

En brazos de la mujer madura II - Stephen Vizinczey

"Y, aunque espero que estas memorias sean instructivas, no han de ayudarles a conseguir que las mujeres se sientan más atraídas por ustedes de lo que ustedes se sientan por ellas. Si, en el fondo, ustedes las odian, si sueñan con humillarlas, si gozan mostrándose autoritarios, es posible que ellas les paguen con la misma moneda. Ellas les querrán y les desearán tanto como ustedes las deseen y las quieran a ellas, bendita sea su generosidad".

jueves, 3 de diciembre de 2009

A través del espejo - Lewis Carroll

"- Es una mermelada muy buena -dijo la Reina.
- Bueno, de todos modos hoy no me apetece.
- Hoy no la tendrías aunque quisieras -dijo la Reina-. La regla es: mermelada ayer, mermelada mañana... pero nunca hoy.
- Pero alguna vez tendrá que ser «mermelada hoy» —objetó Alicia.
- No; no puede ser -dijo la Reina-. La mermelada toca al otro día; como comprenderás, hoy es siempre éste.
- No os comprendo -dijo Alicia-. ¡Lo veo horriblemente confuso!
- Es lo que pasa al vivir hacia atrás -dijo la Reina con afabilidad-: siempre produce un poco de vértigo al principio...
- ¡Vivir hacia atrás! -repitió Alicia con gran asombro-. ¡Jamás había oído nada semejante!
- Sin embargo, tiene una gran ventaja: la memoria funciona en las dos direcciones.
- Desde luego, la mía solo funciona en una -comentó Alicia-. No puedo recordar cosas antes de que hayan sucedido.
- Es mala memoria, la que funciona sólo hacia atrás -comentó la Reina."


En brazos de la mujer madura - Stephen Vizinczey



"Hasta a la vida le somos infieles"


"Nada como la estupenda sensación de cortar el cordón de tus frustaciones, de marcharte para siempre, libre e independiente".

"Se me hace cada vez más difícil tomarme en serio"

"¿Cómo va la gente a aspirar a algo que no sea el dinero si nada en su entorno les recuerda a los inmortales que crearon cosas que no se devalúan con la inflación?"

"Pero todo aquello que la sociedad considera un bien principal se convierte en imperativo moral al que no podemos renunciar sin comprometer la conciencia"

"Estábamos perdiéndonos en un desierto de imposibilidades"

"Vengo de una revolución - Dije con fanfarronería, pero sin mostrar la cara-; a mí no puedes asustarme"

"Una dictadura extranjera te enseña la desesperación por partida doble; ni tú ni tu pais tenéis la menor importancia"

"Puedo haber hecho muchas cosas, pero me he mantenido alejado de las puras. A ellas les asustan las consecuencias; a mí me aterran los preliminares."

"Lo peor de este asqueroso Estado policíaco colonial no es lo que hagan contigo, sino lo que podrían hacer contigo si se les ocurriera"


En brazos de la mujer madura - Stephen Vizinczey

"Cuando volví a casa de Maya, cenamos y volvimos a la cama, sólo para sentirnos el uno al otro y charlar. Naturalmente, le dije que la quería - Y la quería, y aún la quiero-, y le pregunté si ella me quería a mí.
- Sí; Te quiero - Dijo muy seria-, Pero ya verás cómo el amor no dura y que es posible querer a más de una persona al mismo tiempo.
- ¿Es que tienes a otro? - Pregunté, asustado.
- Bueno, tengo a mi marido- Dijo ella con los ojos muy abiertos-. Pero eso no tiene por qué preocuparte. Esa idea de que sólo se puede querer a una personaes lo que confunde a la mayoría de la gente".

Un mundo Feliz - A. Huxley

"-Y he aquí- dijo el Director sentenciosamente- el secreto de la felicidad y la virtud: amar lo que hay obligación de hacer. Tal es el fin de todo el acondicionamiento: hacer que cada uno ame el destino social, del que no podrá librarse"

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Brooklyn Follies IV - Paul Auster

"Yo no era nadie. Rodney Grant no era nadie. [...] Tarde o temprano moriríamos todos. Nuestro fallecimiento no se pronunciaría por radio ni televisión. No escribirían libros sobre nosotros. Ése es un honor reservado a los poderosos, a los que han ganado fama, a quienes poseen alguna cualidad excepcional"

Brooklyn Follies III - Paul Auster

"Quiero hablar de felicidad y bienestar, de esos raros e inesperados momentos en que enmudece la voz interior y uno se siente en paz con el mundo.
[...]
Quiero traerlo todo a la memoria. Si todo es demasiado pedir, entonces sólo una parte. No, más que eso. Casi todo. Casi todo, con espacios en blanco para los recuerdos que falten."

Brooklyn Follies II- Paul Auster

"[...]
- Vale. Cuéntame ya esa historia.
- De acuerdo. Esa historia. La historia de la muñeca... Estamos en el último año de la vida de Kafka, que se ha enamorado de Dora Diamant, una chica polaca de diecinueve o veinte años de familia hasídica que se ha fugado de casa y ahora vive en Berlín. Tiene la mitad de años que él, pero es quein le infude valor para salir de Praga, algo que Kafka desea hacer desde hace mucho, y se convierte en la primera y única mujer con la que Kafka vivirá jamás. Llega a Berlín en el otoño de 1923 y muere la primavera siguiente, pero esos últimos meses son probablemente lo más felices de su vida. A pesar de su deteriorada salud. A pesar de las condiciones sociales de Berlín: escasez de alimentos, disturbios políticos, la peor inflación en la historia de Alemania. Pese a ser plenamente consciente de que tiene los días contados.

Todas las tardes, Kafka sale a dar un paseo por el parque. La mayoría de las veces, Dora lo acompaña. Un día, se encuentran con una niña pequeña que está llorando a lágrima viva. Kafka le pregunta qué le ocurre, y ella le contesta que ha perdido su muñeca. Él se pone inmediatamente a inventar un cuento para explicarle lo que ha pasado. "Tu muñeca ha salido de viaje" Le dice. "Y tú como lo sabes?" Le pregunta la niña. "Porque me ha escrito una carta" Responde Kafka. La niña parece recelosa "¿Tienes ahí la carta?" pregunta ella. "No, lo siento", dice él. "Me la he dejado en casa sin darme cuenta, pero mañana te la traigo". Es tan persuasivo, que la niña ya no sabe qué pensar. ¿Es posible que ese hombre misterioso esté diciendo la verdad?.

Kafka vuelve inmediatamente a casa para escribir la carta. Se sienta frente al esctorio y Dora, que ve cómo se concentra en la tarea, observa la misma gravedad y tensión que cuando compone su propia obra. No es cuestión de defraudar a la niña. La situación requiere un verdadero trabajo literario, y está resuelto a hacerlo como es debido. Si se le ocurre una mentira bonita y convincente, podrá sustituir la muñeca perdida por una realidad diferente; falsa, quizá, pero verdadera en cierto modo y verosímil según las leyes de la ficción.

Al día siguiente, Kafka vuelve apresuradamente al parque con la carta. La niña lo está esperando, y como todavía no sabe leer, él se la lee en voz alta. La muñeca lo lamenta mucho, pero está harta de vivir con la misma gente todo el tiempo. Necesita salir y ver mundo, hacer nuevos amigos. No es que no quiera a la niña, pero le hace falta un cambio de aires, y por tanto deben separarse durante una temportada, La muñeca proemte entonces a la niña que le escribirá todos los días la mantendrá al corriente de todas sus actividades.

Ahí es donde la historia empieza a llegarme al alma. Ya es increíble que Kafka se tomara la molestia de escribir aquella primera carta, pero ahora se compromete a escribir otra cada día, única y exclusivamente para consolar a la niña, que resulta ser una completa desconocida para él, una criatura que se encuentra casualmente una tarde en el parque. ¿Qué clase de persona hace una cosa así? Y cumple su compromiso durante tres semanas, Nathan. Tres semanas. Uno de los escritores más geniales que han existido jamás sacrificando su tiempo (Su precioso tiempo que va menguando cada vez más) para redactar cartas imaginarias de una muñeca perdida. Dora dice que escribía cada frase prestando una tremenda atención al detalle, que la prosa era amena, precisa y absorbente. En toras palabras, era su estilo característico, y a lo largo de tres semanas, Kafka fue diariamente al parque a leer otra carta a la niña. La muñeca crece, va al colegio, conoce a otra gente. Sigue dando a la niña garantías de su afecto, pero apunta a determinadas complicaciones que han surgido en su vida y hacen imposible su vuelta a casa. Poco a poco, Kafka va preparando a la niña para el momento en que la muñeca desaparezca de su vida por siempre jamás. Procura enocntrar un final satisfactorio, pues teme que, si no lo consigue, el hechizo se rompa. Tras explorar diversas posibilidades, finalmente se decide a casar a la muñeca. Describe al joven del que se enamora, la fiesta de pedida, la boda en el campo, incluso la casa donde la muñeca vive ahora con su marido. Y entonces, en la última línea, la muñeca se despide de su antigua y querida amiga.

Para entonces, claro está, la niña ya no echa de menos a la muñeca. Kafka le ha dado otra cosa a cambio, y cuando concluyen esas tres semanas, las cartas la han aliviado de su desgracia.

La niña tiene la historia, y cuando una persona es lo bastante afortunada para vivir dentro de una historia, para habitar en un mundo imaginario, las penas de este mundo desaparecen. Mientras la historia sigue su curso, la realidad deja de existir.

Brooklyn Follies- Paul Auster

Nathan (Protagonista) y su sobrino mantienen una conversación.

- Tú sabes escribir, Nathan. Te estás convirtiendo en un verdadero escritor
[...]
- Ridículo. Nadie se hace escritor a los sesenta años.
[...]
- Joyce fue autor de tres novelas - Explicó Tom-. Balzac escribió noventa. ¿Supone eso una gran diferencia para nosotros?
- Para mí, no.
- Kafka escribió su primer relato en una noche. Stendhal escribió La cartuja de Parma en cuarenta y cinco días. Melville escribió Moby Dick en diecisésis meses. Flaubert dedicó cinco años a Madame Bovary. Musil trabajó dieciocho años en El hombre sin atributos y murió antes de acabarlo. ¿Nos importa algo de eso ahora?

La pregunta no parecía exigir respuesta.
- Milton era ciego. Cervantes sólo tenía un brazo. A Christopher Marlowe lo mataron de una puñalada en una reyerta de taberna antes de que cumpliera los treinta. Al parecer, el puñal le atravesó limpiamente un ojo. ¿Qué debemos pensar de eso?
- No sé, Tom. Dímelo tú.
- Nada. Absolutamente nada.
- Me inclino a compartir tu opinión.
- Thomas Wentworth Higginson "corrigió" los poemas de Emily Dickinson. Un engreído analfabeto que calificó Hojas de Hierba de libro inmoral se atrevió a tocar la obra divina de Emily. Y el pobre Poe, que murió loco y borracho en una alcantarilla de Baltimore, tuvo la desgracia de elegir a Rufus Griswold como albacea literario. Sin sospechar siquiera que Griswold lo despreciaba, que su presunto amigo y defenso pasaría años tratando de destrozar su reputación.
- Pobre Poe.
- Eddy no tuvo suerte. No la tuvo en vida, ni tampoco después de muerto. Lo enterraron en un cementerio de Baltimore en 1849, pero pasaron veintiséis años antes de que erigieran una lápida sobre su tumba. Un pariente suyo encargó una inmediatamente después de su muerte, pero el asunto terminó en uno de esos follones cargados de humor negro que el hacen a uno preguntarse quién rige los destinos del mundo. A propósito del desvarío humano, Nathan. Daba la casualidad de que el taller del marmolista se encontraba justo debajo de un terraplén por donde pasaba la vía férrea. En el preciso momento en que daban los últimos toques a la lápida, se produjo un descarrilamiento. El tren cayó al taller y aplastó la lápida, y como aquel pariente no tenía bastante dinero para encargar otra, Poe pasó un cuarto de siglo enterrado en una tumba sin nombre.
- ¿Cómo sabes todo eso, Tom?
- Todo el mundo lo sabe.
- No, yo no.

martes, 25 de agosto de 2009

Lady L (Varios) - Romain Gary

"Lady L., además, no había llegado nunca a considerar el bien y el mal en el comportamiento sexual de las personas. No creía que la moral se aplicara en ese nivel. Las pintadas fálicas que veía en las paredes desde la más tierna edad le parecían, aún hoy, infinitamente menos obscenas que los campos de batalla supuestamente gloriosos; la pornografía no estaba para ella en la descripción de lo que los humanos podían hacer con sus esfínteres, sino en los extremismos políticos, cuyos jugueteos ensangrentaban la tierra; las exigencias que un cliente imponía a una prostituta eran inocentes y cándidas comparadas con el sadismo de los regímenes policiales; la desinhibición de las ideas, y las perversiones eróticas eran de literatura rosa comparadas con las perversiones de los fanáticos de las ideas que llevaban al extremo sus obsesiones. En resumidas cuentas, la humanidad llegaba más fácilmente al deshonor con la cabeza que con el culo."

***

(Habla Dicky) "Cálmese. Son dos personas apasionadas y desconocen las latitudes templadas, las únicas donde la felicidad humana se manifiesta a veces con cierta posibilidad de duración. En él, el extremismo del alma y de las ideas; en usted, el del corazón y los sentimientos... !Muy malo! Las pasiones, tanto las del corazón como las de las ideas, acaban siempre por transformar el mundo en una jungla."

***

(Lady L) "He aquí el resultado, sin duda, de vivir en un mundo sin Dios, como hicimos nosotros, Armand y yo, de dar una importancia absoluta al mundo y de dejarse condenar a la búsqueda de la felicidad en la tierra. Eso lo teníamos ambos en común, él y yo. Cada uno a su manera. La tierra se convierte en una jungla. Todo está permitido para intentar hacer feliz a la humanidad o para conseguir la felicidad propia. [...] No, no me burlo de usted. Digamos que soy una nihilista, eso es todo".


***

(Lady L) "Realmente no tuve suerte - decía - Podría haber amado a un borracho, a un jugador, a un estafador, a un drogadicto...¡Pero no! Tenía que ser a un auténtico idealista"

La insoportable levedad del ser II - Milan Kundera.

"Tomás se decía: hacer el amor con una mujer y dormir con una mujer son dos pasiones no sólo distintas sino casi contradictorias. El amor no se manifiesta en el deseo de acostarse con alguien (este deseo se produce en relación con una cantidad innumerable de mujeres), sino en el deseo de dormir junto a alguien (este deseo se produce en relación con una única mujer)."

El enano (Varios) - Pär Lagerkvist



"Los poetas cantan sobre todo al amor, y en eso tienen razón, porque nada como el amor necesita ser transformado en otra cosa que lo que realmente es. Las damas, entonces, se ponen melancólicas y sus pechos se hinchan de suspiros, y los hombres adoptan un aire ausente y soñador, porque todos saben lo que realmente es el amor y por eso convienen en que un poema que lo disfrace tiene que ser una bella poesía"

"¿Qué es el juego? Una actividad sin sentido, nada más. Una curiosa manera de entretenerse tomando las cosas no por lo que son sino por lo que a uno se le ocurre que son, por lo que uno finge creer que son. Los astrólogos juegan con los astros, el príncipe juega con sus construcciones, sus iglesias, sus crucifixiones y sus campanarios, Ángelica con sus muñecas. Todos juegan, todos fingen algo. Sólo yo me niego a fingir. Sólo yo."

"He notado que a veces inspiro temor. Pero lo que cada uno teme es a sí mismo. Creen que yo soy la causa de sus preocupaciones, mas lo que en realidad los asusta es el enano que llevan dentro, la caricatura humana de rostro simiesco que suele asomar la cabeza desde las profundidades del alma. Se asustan porque ignoran que llevan otro ser dentro de ellos mismos. Les espanta ver surgir a la superficie ese desconocido que les parece no tener nada en común con su verdadera vida. Cuando nada aparece por encima de esos bajos fondos, entonces ni se asustan ni se inquietan por lo que pueda suceder. Andan con la cabeza levantada, impasibles, con sus rostros inexpresivos. Pero hay siempre en ellos alguna otra cosa que fingen ignorar; viven sin saberlo, muchas vidas a la vez. Son singularmente recelosos e incoherentes.

Y son deformes, aun cuando esto no sea visible"

"[...] ¿Para qué sirven nuestras alas si nunca podemos volar? Se convierten en una carga en vez de servir para la liberación. Nos pesan. Las arrastramos y acabamos por detestarlas.

Y sentimos una especie de alivio cuando el halconero, fatigado de su juego cruel, nos cubre la cabeza con un capuchón, y entonces ya no vemos nada más"

La insoportable levedad del ser - Milan Kundera.

"Se enfadó consigo mismo, pero luego se le ocurrió que en realidad era bastante natural que no supiera qué quería: El hombre nunca puede saber qué debe querer, porque vive sólo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni de enmendarla en sus vidas posteriores.

¿Es mejor estar con Teresa o quedarse solo?

No existe posibilidad alguna de comprobar cuál de las decisiones es la mejor, porque no existe comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo. Pero, ¿Qué valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir es ya la vida misma? Por eso la vida parece un boceto. Pero ni siquiera boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación para un cuadro, mientras que el boceto que es nuestra vida es un boceto para nada, un borrador sin cuadro.

*Einmal ist keinmal*, repite tomás para sí el proverbio alemán. Lo que sólo ocurre una vez es como si no ocurriera nunca. Si el hombre sólo puede vivir una vida, es como si no viviera en absoluto."

Demian - Herman Hesse

Habla Demián:

"La comunidad -continuó diciendo- es algo muy bello. Pero lo que ahora vemos florecer por todas partes no es la comunidad verdadera. Esta surgirá, nueva, del conocimiento mutuo de los individuos y transformará por algún tiempo el Mundo. Lo que hoy existe no es comunidad: es, simplemente, rebaño. [...]"

Demian - Herman Hesse

"Empezaba noviembre. Desde tiempo atrás, había adquirido la costumbre de dar todos los días un largo paseo, hiciese el tiempo que hiciese, y en estos paseos pensativos gozaba a veces una felicidad singular, una felicidad llena de melancolía, de desprecio al Mundo y a mí mismo. En esta disposición de ánimo vagaba, pues, un atardecer, a través de la húmeda penumbra, por los alrededores de la ciudad. La amplia avenida de un parque público me invitaba, desierta. El suelo desaparecía bajo una espesa capa de hojas muertas, en la que hundía mis pies con una oscura voluptuosidad. Olía húmedo y amargo. Los árboles lejanos surgían espectrales y sombrías de entre la niebla. Al final de la avenida me detuve indeciso, fija la vista en la negra hojarasca, y aspiré con ansia aquel mojado aroma declinante, vida mustia y marchita, sitiendo dentro de mí algo que le saludaba y respondía. La vida no sabía a nada."

Demian - Herman Hesse

"[...] No creo que vea usted hombres en todos los bípedos que van por esas calles, simplemente porque andan erectos y llevan sí nueve meses a sus crías. Sabe usted muy bien que muchos de ellos no son sino peces u ovejas, gusanos o sanguijuelas, hormigas o avispas. Todos ellos entrañan posibilidades de llegar a ser hombres, pero sólo cuando las vislumbran y aprender a llevarlas en parte a su conciencia es cuando puede decirse que disponen de ellas..."

Demian - Herman Hesse

"Todo cambió ya. La niñez se derrumbó en torno mío. Mis padres me miraban con cierto embarazo. Mis hermanas llegaron a serme extrañas. Una vaga desilusión fué debilitando y esfumando mis sentimientos y alegrías habituales; el jardín no tenía perfume, el bosque no me atraía, el Mundo se extendía alrededor de mí como un saldo de trastos viejos, insípido y desencantado; los libros eran papel; la música, ruido. No de otro modo pierde sus hojas el árbol otoñal en torno suyo. No lo siente, y la lluvia, la escarcha y el sol resbalan por su tronco, mientras su vida se retira a lo más íntimo y recóndito. No muere. Espera"

Un gran Chico - Nick Hornby

Fragmento de "Un gran chico" Obra de Nick Hornby.

[Hablan Rachel y Will]:

"[...]

- No te hace falta encontrar ningún sentido en especial.
- ¿Qué no? Pues no es eso lo que yo siento.
- No. Mira, estaba pensando en ti. Estaba pensando en que tienes que ser bastante tarugo para hacer lo que tú haces.
- ¿Cómo? - Will se quedó pasmado unos instantes. ¿"Tarugo"? ¿"Hacer lo que tú haces"? Ésas no eran expresiones que la gente utilizara a menudo para hablar de él. ¿Qué demonios le había dicho a Rachel que hacía él? ¿Que trabajaba en una mina de carbón? ¿Que daba clases a delincuentes juveniles? Recordó entonces que jamás había mentido a Rachel, y su perplejidad adquirió una forma bien diferente-. ¿Por qué?. ¿Qué hago yo?
- Nada

Eso era precisamente lo que Will pensaba que hacía.

- ¿Y cómo es que hay que ser un tarugo para hacer eso?
- Porque... La mayoría de la gente cree que el sentido de la vida guarda alguna relación con el trabajo, los hijos, la familia, la pareja o lo que sea. Tú en cambio no tienes nada de eso. La distancia que existe entre tú y la desesperación es mínima, y eso que no pareces una persona muy desesperada.
- Demasiado estúpido, eso es lo que soy.
- Tú no eres un estúpido. ¿Cómo es que nunca te ha dado por meter la cabeza en el horno? (Refiriéndose al suicidio, ya que antes hablaban de una amiga, Fiona, que había intentado suicidarse)
- No lo sé. Siempre habrá un disco nuevo de Nirvana que esté a punto de salir, o algo que suceda en un episodio de Policías de Nueva York y que me dé ganas de ver el episodio siguiente.
- Eso mismo.
- ¿De modo que ése es el sentido de la vida? ¿Un episodio de Policías en Nueva York?
Joder. - Las cosas eran mucho peores de lo que él pensaba.
- No, no. El sentido consiste en que no te paras, en que sigues adelante, en que tienes ganas de... Todo lo que haces, si te provoca en ti ganas de seguir..., ésa es la clave del sentido de la vida. No sé si te das cuenta, pero ni siquiera en el peor de los casos la vida te parece una porquería. A ti te gustan muchas cosas. La tele. La música. La comida. - Lo miró fijamente- Las mujeres, con seguridad. Y supongo que también te gusta el sexo.
- Sí - Will lo dijo de forma un tanto malhumorada, como si Rachel lo hubiera pillado en una mentira, y ella en cambio sonrió.
- No me importa. Además, a las personas a quienes les gusta el sexo se les suele dar bastante bien. Da lo mismo. Yo soy igual. Lo que pretendo decir es que me gustan las cosas, aunque en general se trate de cosas muy distintas a las que te gustan a ti. La poesía. La pintura. Mi trabajo. Los hombres, y el sexo. Mis amigos. Ali. Quiero ver adónde llega Ali (Su hijo) el día de mañana.- [...] ¿Sabes? Hace unos cuantos años yo pasé una temporada baja, baja de verdad, y llegué a pensar..., ya sabes, en lo que imaginas que está pensando Fiona. Y me sentí muy culpable por eso, por Ali. Ya sé que no debería haber sido de ese modo, pero no podía evitarlo... De todos modos, siempre era una cosa para mañana, no para hoy. Tal vez mañana, pero hoy seguro que no. Y después de unas cuantas semanas así, supe que jamás iba a hacerlo, sólo porque no quería perderme una serie de cosas. No es que la vida fuese una gozada y que yo no quisiera participar en todo eso. Lo que ocurre es que siempre me encontraba con un par de cosas sin terminar, de las que quería estar al corriente. Es lo mismo que tú, que quieres ver el próximo episodio de Policías de Nueva York. Si había terminado de ilustrar un libro, quería verlo publicado. Si estaba saliendo con un tío, quería salir una noche más con él. Si Ali tenía una evaluación, quería hablar con su profesor. Siempre había algo, aunque fuese pequeño, como lo que acabo de mencionarte. Y al final me di cuenta de que siempre habría algo, y de que esas pequeñas razones serían suficientes, eso es lo que al menos pienso yo, vaya.
- Seguro que Fiona tiene motivos parecidos.
- Sí, claro. No lo sé. No da la impresión de que Fiona sepa cómo combatir aquello que la agobia. Tú también necesitas lo mismo.

¿Sería eso en realidad todo lo que estaba en danza? No, seguramente no, pensó Will, al menos en conjunto. Lo más probable era que faltase lo relativo a que la depresión te lleva a estar harto de cuanto te rodea, sin importar lo que mucho que lo quieras, y también lo relativo a la soledad y al miedo, la perplejidad. En cambio, la actitud sencilla y positiva de Rachel era algo con lo que se podía contar [...]"

Demian - Herman Hesse

"[...]No me saciaba de comprobar que poseía de nuevo la paz y la confianza de mis padres, me convertí en un muchacho modelo, apegado al hogar, y a la hora de los rezos entonaba los viejos himnos amados con toda la nueva emoción de un converso, del hombre a quien acaban de serle perdonadas todas sus culpas. Y sin embargo, no era esta la conducta que hubiera debido seguir. Surge ya aquí la única explicación verdadera de mi olvidadiza ingratitud para con Demian. ¡Era a él a quien hubiera debido confesarme! Esta confesión hubiera sigdo más fructífera para mi. Pero yo me asía con todas mis raíces a mi antiguo mundo paradisíaco [...]. Pues Demian hubiera exigido de mí mucho más de lo que exigieron mis padres. Habría intentado hacerme más independiente con el estímulo y la exhortación, la burla y la ironía. Hoy sé ya muy bien que nada en el Mundo repugna tanto a hombre como seguir el camino que ha de conducirle hacia sí mismo."

Un gran Chico - Nick Hornby



[Hablan Marcus y Will]:

[...]

- Yo se lo habría dicho en cuanto me hubiese dado cuenta de que se equivocaba.
- Pero eso es algo que no siempre se puede hacer.
- ¿Cómo no vas a poder decirle a alguien que se equivoca con tu nombre?
- Pues porque... - Will sabía por experiencia persona que a veces eso no era posible. Uno de sus vecinos, un simple vejete encorvado que siempre andaba con un horroroso Yorkshire terrier, lo llamaba Bill cada vez que lo veía; siempre lo había llamado así y seguiría haciéndolo hasta el día en que muriese. A Will aquello lo irritaba, pues bajo ningún concepto creía que pudiera ser un Bill cualquiera. Un Bill no se fumaría un porrito de vez en cuando ni escucharía a Nirvana. ¿Por qué no había tratado de corregir ese malentendido?. ¿Por qué no le había dicho al viejo, cuatro años antes: "Verá usted: en realidad me llamo Will"?
Marcus tenía razón, por supuesto, pero tener razón no servía de nada si el resto del mundo estaba equivocado.

Un gran Chico - Nick Hornby

"Ocurría, sencillamente, que Marcus parecía difícil porque daba la impresión de que sólo había hecho un alto en este planeta camino de quién sabe dónde, de algún lugar en el que tal vez encajase mejor. A sus periodos de total ausencia, cuando se comportaba como si hubiese desaparecido por completo dentro de su mente, seguían otras fases en las que al parecer trataba de compensar tales ausencias, y entonces se ponía a disparar preguntas a bocajarro".

El retrato de Dorian Gray - Oscar Wilde

Habla Lord Henry:

"El único medio de desembarazarse de una tentación es ceder a ella. Si la resistimos, nuestras almas crecerá enfermizas, deseando las cosas que se han prohibido a sí mismas, y , además, sentirán deseo por lo que unas leyes montruosas han hecho monstruoso e ilegal. Se ha dicho que los grandes acontecimientos tienen lugar en el cerebro. Es en el cerebro y únicamente en el cerebro donde tienen lugar asimismo los grandes pecados del mundo. Usted, señor Gray, usted mismo con su juventud de rosa roja y su adolescencia de rosa blanca, habrá tenido pasiones que le hayan atemorizado, pensamientos que le hayan llenado de terror, ensoñaciones diurnas y sueños nocturnos cuyo simple recuerdo pudiera teñir de vergüenza sus mejillas...

- ¡Deténgase usted! - Balbució Gray - ¡Deténgase! Me deja usted aturdido. No sé qué decir. No hable. Déjeme pensar. O más bien, déjeme que intente no pensar.

[...] Sí; había habido cosas en su adolescencia que no había comprendido. Ahora las comprendía. La vida se le apareció de pronto violentamente coloreada. Pensó que hasta entonces había caminado sobre fuego. ¿Por qué no lo supo nunca? [...]"

El retrato de Dorian Gray II - Oscar Wilde

Habla Lord Henry:

"La vida es una cuestión de nervios, de fibras, de células lentamente formadas, en las que se esconde el pensamiento, la pasión tiene sus sueños. Puede que ahora te creas a salvo y te consideres fuerte. Pero un casual tono de color en una habitación, un cielo matinal, un perfume peculiar que hayas amado y que te trae sutiles recuerdos consigo, un verso de un poema olvidado que vuelve a tu memoria, una cadencia de una pieza musical que has dejado de tocar, de todo esto, Dorian, te lo digo, de todas estas cosas parecen depender nuestras vidas.
[...] Hay momentos, cuando el olor de las "lilas blanc" me penetra de repente, en que vuelvo a vivir el más extraño mes de mi vida. Quisiera cambiarme contigo, Dorian. El mundo ha clamado contra nosotros dos; pero siempre te ha adorado.
[...] La vida ha sido tu arte. Te has puesto música a ti mismo. Tus días son tus sonetos."

Farenhait 451



[Faber habla a Montag, el protagonista]

"¿Nos divertimos tanto en casa que nos hemos olvidado del mundo? ¿Acaso somos tan ricos y el resto del mundo tan pobre que no nos preocupamos por ellos?
He oido rumores. El mundo padece hambre, pero nosotros estamos bien alimentados.
¿Es cierto que el mundo trabaja duramente mientras nosotros jugamos? ¿Es por eso que se nos odia tanto?.
También he oido rumores sobre el odio, hace muchísimo tiempo. ¿Sabes tú porque? Yo no, !Desde luego¡. Quizá los libros puedan sacarnos a medias del agujero.
Tal vez pudieran impedirnos que comíéramos los mismos errores funestos."

El guardian entre el Centeno



"¿Sabes lo que me gustaría ser? ¿Sabes lo que me gustaría ser de verdad si pudiera elegir? (...) Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que no hay nadie mayor vigilándolos. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él. En cuanto empiezan a correr sin mirar adónde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno. Te parecerá una tontería pero es lo único que de verdad me gustaría hacer. Sé que es una locura

Firmin II - Sam Savage



"Me resultaba evidente que mis sueños estaban cambiando. Se estaban volviendo blandos y nostálgicos, con una especie de resplandor crepuscular en los bordes, y ya no vivía las emocionantes aventuras de antaño. Echaba terriblemente de menos el pasado, incluidos los momentos más horrorosos. Nunca olvido nada que me haya ocurrido, y apenas olvido nada que haya leído, de manera que en aquel entonces ya tenía almacenada una enorme cantidad de recuerdos. Mi mente era como un gigantesco depósito: uno podía extraviarse ahí dentro, perder la noción del tiempo, registrando cajas y cajones, hundido hasta las rodillas en el polvo, pasarse días sin encontrar la salida. En un momento determinado [...] empecé a jugar con el pasado, aplicándole ligeros retoques, para convertirlo en un verdadero relato, y también empecé a mezclar los recuerdos con los otros sueños. Esto último fue seguramente un error, porque cuanto más jugaba con los recuerdos más iban pareciéndose los unos a los otros, y cada vez me resultaba más dificl distinguir entre lo que de veras recordaba y lo que me había inventado. Así, por ejemplo, ahora no sabía muy bien cuál de estas dos figuras era mi verdadera madre [...] Los archivos sólo existían en mi mente. No había posiblidad de consulta externa, ningún diario, ningún amigo de la familia. ¿Cómo iba a verificar nada? Lo único que estaba a ami alcance era comparar una imagen mental con otra imagen mental, tan sospechosa como la primera, y al final todas acababan mezclándose. Mi mente era un laberinto, seductor o terrorífico, según el estado de ánimo en que me encontrase. Estaba perdiendo el sentido de la realidad, y lo curioso era que no me importaba."

Firmin - Sam Savage



"Me preguntaba qué ocurriría si Jerry volvía a casa una tarde y me encontraba muerto, con el pobre cuerpecillo yerto y frío. ¿Qué haría en tal caso?
¿Me agarraría por la cola y me tiraría a la basura? ¿Y qué otra cosa podía hacer? ¿Enterrarme en el jardín público?

- ¿Qué hace usted ahí, amigo?
- Ya lo ve, agente, enterrando a una rata.
- Enterrando, ¿Qué?!

Odiaba la idea de que me agarrasen por la cola y me tirasen a la basura. [...]

Siempre creo que todo va a durar para siempre, pero nada dura para siempre. De hecho, nada existe más allá de un instante, salvo las cosas que retenemos en la memoria. Yo siempre intento retenerlo todo - prefiero la muerte al olvido-, pero, al mismo tiempo, tenía muchas ganas de que nos fuéramos a San Francisco, dejándolo todo atrás. Y así es la vida: no hay modo de encontrarle sentido."

La elegancia del erizo - Muriel Barbery

"[...] Vivir, alimentarse, reproducirse, llevar a cabo la tarea para la cual uno ha nacido y morir: no tiene ningún sentido, es cierto, pero así son las cosas. Qué arrogancia esta de los hombres que piensan que pueden forzar la naturaleza, escapar a su destino de insignificancias biológicas... Y qué ceguera tienen también con respecto a la crueldad o la violencia de sus propias maneras de vivir, de amar, de reproducirse y de hacer la guerra a sus semejantes. [...]"