miércoles, 28 de julio de 2010

Pregúntale al polvo - John Fante

"Pero en la parte baja, en Main Street, Towne y San Pedro y en los dos últimos kilómetros de Fifth Street vivían decenas de miles de ciudadanos distintos; no tenían para comprarse gafas de sol ni jerséis deportivos aunque fuera baratos, y se ocultaban durante el día en las callejas y por la noche se metían en pensiones de mala muerte. Ningún policía de Los Ángeles detenía por vagancia a nadie que llevase jersey deportivo y gafas de sol. Pero no dudaba en perseguir al que llevase los zapatos cubiertos de polvo y un jersey grueso como los que se llevan en los países fríos. De modo, chicos, que ya podéis compraros un jersey deportivo, unas gafas oscuras y unos zapatos blancos; si podéis. Integraos en algún club o sociedad. De todos modos no tenéis escapatoria. Al cabo de un tiempo, tras ingerir dosis masivas del Times y del Examiner, también vosotros la querréis correr en el soleado sur. Comeréis hamburguesas año tras año y viviréis en pisos y hoteles polvorientos e infestado de bichos, pero todas las mañanas veréis el solo maravilloso, el sempiterno azul del cielo, y las calles estarán llenas de mujeres provocativas que no poseeréis jamás, y las tórridas noches cuasitropicales os hablarán de historias de amor que no viviréis nunca; pero no os preocupéis, muchachos, seguiréis estando en el paraíso, en la tierra del sol."

domingo, 25 de julio de 2010

Pregúntale al Polvo - John Fante



"¿Cómo puede escribir sobre mujeres si nunca ha estado con una?"

"¿Resucitan los muertos? Los libros dicen que no, la noche grita que sí"

"Creo en la transvaloración de los valores, señor mío. La Iglesia debe desaparecer, es el refugio del poder del Mester de Patanería, de los patanes y pelmazos y toda la charlatanería de tres al cuarto"

"En fin, Camila, puedes irte a la mierda. Sabré olvidarte. Tengo dinero"

"Más valía ser un cobarde vivo que un loco muerto"

"¿De qué le sirve al hombre conquistar el mundo si pierde su alma?"

sábado, 24 de julio de 2010

Ratatouille - Brad Bird (2007)


"Odio la falsa modestia. Es otra forma de mentir"



miércoles, 21 de julio de 2010

Esta salvaje oscuridad - Harold Brodkey

"Pero la auténtica verdad es que este país todavía no considera el sexo un hecho que forma parte de la vida. En vez de pintar la realidad del sexo y el amor concretos, como son en la vida, en los días reales, en el tiempo real, los artistas del siglo XX han tendido a reacuñarlos como, oh, dicha socialista, o paraíso antes de la pesadilla, o como inexistentes (Joyce y Beckett, irlandeses sexuales pero asexuados), o como una obsesión y victimización (Freud y Proust), o como una especie de rapto calenturiento y vaya a saberse qué."

Esta salvaje oscuridad - Harold Brodkey

"Lo que en realidad tenemos aquí es gente capaz, competente, que cuanto más se eleva en el mundo más va complicando su vida profesional. Como es muy lógico, esto los devora, y el monstruoso residuo que queda está más allá de la emoción, aunque no pierde el apetito, ni un terrible y aterrorizado anhelo de ella, ni la ineptitud para vivirla. Este monstruoso residuo está más allá de la amistad, más allá del todo. [...] Me han dado lecciones sobre el tema, me han dicho que me equivoco al decir que son escoria, que somos escoria, que nuestra edad adulta se convierte en una escalada cada vez más enloquecida. Casi todo el mundo en Nueva York me ha negado esto. Pero sin duda deben saberlo."

Esta salvaje oscuridad - Harold Brodkey

"La vida es una especie de horror. Está bien, pero cansa. Uno se va debilitando pero enemigos y ladrones no paran. Inculso entonces los malvados florecen a fuerza de impiedad. Si uno enferma tiene que buscarse un buen abogado. Cuando le entregan una sentencia de muerte, con ella viene el reordenamiento de las líneas de combate. Según las circustancias, en algunos casos uno tiene que retroceder y agacharse. Uno está débil. La muerte parece preferible a la retirada cotidiana"

martes, 20 de julio de 2010

Esta salvaje oscuridad - Harold Brodkey

"Insiste en que no se arrepiente de nada. Ésa es su disciplina y su forma de afirmarse cuando, abiertamente o no, tiene que hacerse cargo de ti: qué puede dar, el poder de dar, es la divisa predilecta de su carácter. Será omnipresente porque, para consolarlo a uno según los patrones de la entrega, tiene que serlo. Uno tropieza una y otra vez en el suelo pedregoso de su omnipotencia semioculta, que es el elemento rector de cualquier casa que ella administre, de toda historia de amor que viva. La mitad de cada beso que da está hecho de eso."

Esta salvaje oscuridad - Harold Brodkey



"No veo el sentido a la privacidad. O, mejor dicho, no veo qué sentido tiene dejar la memoria en manos y bocas ajenas." H.B., Junio de 1993

***

"[...] La mente, la de todo el mundo, es eternamente inestable, es una inquietud constante, como la luz durante el sueño, cuando no está fuera sino dentro del cráneo "

"¿Y qué es el amor? Mi medida es que habría muerto por salvarla a ella. La suya es que estemos juntos más tiempo"

"Creo que el mundo se está muriendo, no sólo yo. Y la fantasía no salvará a nadie. La irrealidad letal de la Utopía, la comercialización de la Utopía es maligna,
letal""

" Uno tiene que soportar la vida y la muerte bajo el peso de la ley civil"

" La muerte no es una voz suave ni un paso vago en las cercanías. Está en la puerta"

lunes, 19 de julio de 2010

Platoon - Oliver Stone (1986)



"Alguien escribió una vez: El infierno es la imposibilidad de la razón. Así es este lugar"


***

"Dicen que si tienes que morir en Vietnam, es mejor que mueras pronto"

***

"Tal vez encuentre la respuesta aqui en el fango, quizás empiece a ser alguien de quien podáis enorgulleceros sin inventar ninguna falsa historia, diciendo la verdad. Tal vez pueda ver algo que todavía no veo, aprender algo que todavía no se"

***

" - ¿Porqué solo envian a los pobres a la guerra y no a los ricos? [...]
- Tú tienes que ser rico para poder pensar asi. Todo el mundo sabe que los ricos siempre han jodido a los pobres, siempre ha sido asi y siempre lo será "

sábado, 17 de julio de 2010

El mercader de Venecia - William Shakespeare

"PORTIA.- Esa luz que vemos sale de la entrada de mi casa... ¡Qué lejos llegan los resplandores de esa pequeña luz! Así brilla una buena acción en medio de un mundo malvado.
NERISSA.- Con el brillo de la Luna, no veíamos la vela.
PORTIA.- Así eclipsa la gloria màs grande a la más pequeña. Un lugarteniente brilla como un rey, hasta que el rey está cerca, y entonces toda su majestad se vacía, como un pequeño reguero interior en las inmensidades de la mar abierta. ¡Música!, escuchemos.
NERISSA.- Es la música, señora, de vuestra casa.
PORTIA.- Nada es bueno, creo yo, fuera de las circunstancias; me parece que suena mucho más dulce que durante el día.
NERISSA.- El silencio le otorga esa virtud, señora.
PORTIA.- El cuervo canta tan dulce como la alondra cuando nadie le escucha, y yo creo que el ruiseñor, si cantara por el día cuando todos los gansos están graznando, sería considerado como un músico no mejor que el reyezuelo [...]"

El mercader de Venecia - William Shakespeare

"JESSICA.- Nunca estoy alegre cuando escucho música dulce.
LORENZO.- La razón es que vuestros sentidos están atentos: pues fijaos solamente en un rebaño salvaje y retozón, o una manada de potrillos salvajes, dando locos saltos, resoplando y relinchando, de acuerdo con su sangre ardiente; si oyen por casualidad el sonido de una trompeta, o cualquier aire de música toca sus oídos, percibiréis que se quedan inmóviles y sus ojos salvajes descubren una mirada mansa por el dulce poder de la música; por eso el poeta imaginó que Orfeo movía árboles, pierdas y torrentes, ya que que no hay nada tan resistente, duro y pleno de ira, que la música no pueda cambiar con el tiempo. El hombre que no tiene música en su interior, ni le conmueve la armonía de los dulces sonidos, es proclive a las traiciones, estratagemas y tretas, las mociones de su espíritu son oscuras como la noche y sus afectos tenebrosos como el Erebo: no confiéis nunca en un hombre así... Oíd la música."

El mercader de Venecia - William Shakespeare


"[...]

BASSANIO-. Ésta no es respuesta, hombre sin sentimientos, para excusar el torrente de tu crueldad.

SHYLOCK.- No estoy obligado a agradaros con mis respuestas.
BASSANIO.- ¿Matan todos los hombres las cosas que no aman?
SHYLOCK.- ¿Odia algún hombre aquello que no mataría?
BASSANIO.- No todas las ofensas significan odio al principio.
SHYLOCK.- ¿Dejarías que una serpiente te mordiera dos veces?"

El mercader de Venecia - William Shakespeare


"
BASSANIO.- Así puede suceder que el exterior de las cosas nos engañe. El mundo vive engañado por su ornamento. En la corte, ¿qué causa tan despreciable y corrupta existe que, siendo tamizada por una voz gentil, no pueda ocultar su esencia maligna? En la religión, ¿qué maldito error, que un personaje digno no pueda bendecir y aprobar con un texto, escondiendo su gravedad bajo un bello ornamento? No hay ningún vicio tan simple que no muestre alguna señal de virtud en su exterior. ¿Cuántos cobardes, de corazones tan falsos como escaleras de arena, llevan sobre sus caras las barbas de Hércules y la ira de Marte, y luego en su interior se hallan hígados blancos como la leche? Y éstos no asumen más que excrementos del valor para darse una apariencia temible... Contemplad la belleza, veréis que puede comprarse al peso y que obra un milagro de la naturaleza pues hace más ligeras a aquellas que llevan la mayor parte: así son esos bucles dorados serpenteantes, que caprichosos juguetean con el viento, sobre dudosas bellezas, que a menudo no son sino heredad de otra cabeza, estando ya en el sepulcro la calavera que los sustentó... Así el ornamento no es más que la orilla engañosa de un már más peligroso; el bello velo que oculta una belleza india; en una palabra, la aparente verdad que los astutos tiempos asumen para entrampar a los más sabios... Así pues, de ti, llamativo oro alimento de Midas, no quiero saber nada. Ni tampoco de ti, pálido y vulgar agente entre hombre y hombre; pero tú, tú vil plomo, que más amenazas que prometes, tu sencillez me mueve más que tu elocuencia, y así te elijo: ¡que el contenido sea la consecuencia!."

El mercader de Venecia - William Shakespeare

[Suena una canción , mientras BASSANIO habla para sí de los cofrecillos]

"Decidme dónde se engendra la pasión:

¿En el corazón o en la cabeza?
¿De qué forma es engendrada, de qué forma alimentada?

Se engendra en los ojos,
con miradas fugaces y muere la pasión,
en la cuna donde yace
toquemos todos a difunto por la pasión...
Comenzaré yo: ding dong."

viernes, 16 de julio de 2010

El mercader de Venecia - William Shakespeare

[...]

"SALERIO. - La hora casi ha pasado.
GRATIANO.- Y es sorprendente que se retrase, porque los amantes siempre se adelantan a su cita.
SALERIO.- Diez veces más deprisa vuelan las palomas de Venus para sellar los vínculos del amor recién creados que cuando se trata de salvar la fe comprometida.
GRATIANO.- Eso siempre se observa. ¿Quién se levanta de un banquete con un apetito mayor del que tenía cuando se sentó? ¿Dónde está el caballo que trota de nuevo sobre sus cansados pasos con la misma furia que cuando los recorrió por primera vez? Todas las cosas que existen, con más pasión se persiguen que se disfrutan. ¡De qué forma se parece un joven o un pródigo a la nave engalanda que sale desde su bahía natal, entre abrazos y caricias del viento lascivo! ¡Cómo al igual que el pródigo vuelve ella, con los flancos destrozados y las velas rasgadas, ladeada, hendida, y arruinada por el viento lascivo!"

miércoles, 7 de julio de 2010

Anagke - Ruben Darío

Y dijo la paloma:
—Yo soy feliz. Bajo el inmenso cielo,
en el árbol en flor, junto a la poma
llena de miel, junto al retoño suave
y húmedo por las gotas de rocío,
tengo mi hogar. Y vuelo
con mis anhelos de ave,
del amado árbol mío
hasta el bosque lejano,
cuando, al himno jocundo
del despertar de Oriente,
sale el alba desnuda, y muestra al mundo
el pudor de la luz sobre su frente.
Mi ala es blanca y sedosa;
la luz la dora y baña,
y céfiro la peina;
son mis pies como pétalos de rosa.
Yo soy la dulce reina
que arrulla a su palomo en la montaña.
En el fondo del bosque pintoresco
está el alerce en que formé mi nido;
y tengo allí, bajo el follaje fresco,
un polluelo sin par, recién nacido.
Soy la promesa alada,
el juramento vivo;
soy quien lleva el recuerdo de la amada
para el enamorado pensativo;
yo soy la mensajera
de los tristes y ardientes soñadores,
que va a revolotear diciendo amores
junto a una perfumada cabellera.
Soy el lirio del viento.
Bajo el azul del hondo firmamento
muestro de mi tesoro bello y rico
las preseas y galas:
el arrullo en el pico,
la caricia en las alas.
Yo despierto a los pájaros parleros
y entonan sus melódicos cantares;
me poso en los floridos limoneros
y derramo una lluvia de azahares.
Yo soy toda inocente, toda pura.
Yo me esponjo en las alas del deseo,
y me estremezco en la íntima ternura
de un roce, de un rumor, de un aleteo.
¡Oh inmenso azul! Yo te amo. Porque a Flora
das la lluvia y el sol siempre encendido:
porque siendo el palacio de la aurora,
también eres el techo de mi nido.
¡Oh, inmenso azul! Yo adoro
tus celajes risueños,
y esa niebla sutil de polvo de oro
donde van los perfumes y los sueños.
Amo los velos, tenues, vagorosos,
de las flotantes brumas,
donde tiendo a los aires cariñosos
el sedeño abanico de mis plumas.
¡Soy feliz! Porque es mía la floresta,
donde el misterio de los nidos se halla;
porque el alba es mi fiesta
y el amor mi ejercicio y mi batalla.
¡Feliz, porque de dulces ansias llena
calentar mis polluelos es mi orgullo;
porque en las selvas vírgenes resuena
la música celeste de mi arrullo;
porque no hay una rosa que no me ame,
ni un pájaro gentil que no me escuche,
ni garrido cantor que no me llame.

—¿Si?—dijo entonces un gavilán infame,
y con furor se la metió en el buche.

*

Entonces el buen Dios, allá en su trono
(mientras Satán, para distraer su encono
aplaudía aquel pájaro zahareño),
se puso a meditar. Arrugó el ceño,
y pensó, al recordar sus vastos planes,
y recorrer sus puntos y sus comas,
que cuando creó palomas
no debía haber creado gavilanes.

Sonatina - Rubén Darío


La princesa está triste... ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro;
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.

El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y, vestido de rojo, piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.

¿Piensa acaso en el príncipe del Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las Islas de las Rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?

¡Ay! La pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar,
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo,
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.

Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte;
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.

¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real,
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.

¡Oh quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe
(La princesa está pálida. La princesa está triste)
más brillante que el alba, más hermoso que abril!

¡Calla, calla, princesa dice el hada madrina,
en caballo con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con su beso de amor!