miércoles, 30 de marzo de 2011

Carson McCullers - El corazón es un cazador solitario

"Mire, es como si yo fuera dos personas al mismo tiempo. Una de ellas es un hombre instruido. He estado en algunas de las bibliotecas más importantes del país. Leo. Leo continuamente. Leo libros que hablan de la más pura verdad. Ahí en mi maleta, tengo libros de Karl Marx y Thorstein Veblen y escritores así. Los leo una y otra vez, y cuanto más los estudio, más furioso me pongo. Conozco todas y cada una de las palabras impresas en sus páginas. La verdad es que me gustan las palabras: Materialismo dialéctico... Tergiversación jesuítica... [...]. Pero lo que quiero decir es esto: cuando una persona sabe, y no puede conseguir que los demás comprendan, ¿qué puede hacer? [...] ¡Pero escuche! Dondequiera que uno mire, hay mezquindad y corrupción. Esta habitación, esta botella de vino de uvas, estas frutas de la cesta, son todos productos de ganancias y pérdidas. Nadie puede vivir sin prestar su aceptación pasiva a la mezquindad. Alguien tiene que agotarse por completo por cada bocado que comemos y cada pedazo de tela que llevamos puesto... y nadie parece darse cuenta. Todo el mundo está ciego, mudo, obtuso..., estúpido y mezquino"

Carson McCullers - El corazón es un cazador solitario

"- [...] Lo que trato de decirles es claro y sencillo. Los bastardos propietarios de estas hilanderías son millonarios. En tanto que los desmotadores y cardadores y toda la gente que está detrás de las máquinas que hilan y tejen el paño apenas ganan lo suficiente para mantener quietas sus tripas. ¿No lo ven? Así que cuando caminas por las calles y piensas en ello y ves a gente rendida y hambrienta y a niños de piernas raquíticas, ¿no te pones furioso? ¿No?.
Jake tenía el rostro congestionado y sombrío, y le temblaban los labios. Los tres hombres le miraron con cautela. Luego el tipo del sombrero de paja empezó a reírse.
- Ande y ríase, hombre. Quede ahí sentado y ríase hasta que reviente.

Los hombres se reían, de aquella manera suave y desenvuelta como tres hombres se ríen de uno. Jake se quitó la suciedad de las plantas de los pies y se puso los zapatos. Tenía los puños apretados y la boca retorcida en una furiosa sonrisa.
-Ríanse..., es para lo único que sirven. ¡Espero que se queden ahí sentados riendo hasta morirse!"

martes, 29 de marzo de 2011

Carson McCullers - El corazón es un cazador solitario


"Parecía estar tranquilo pero meditativo, algo que a menudo se descubre en las caras de las personas muy tristes o muy juiciosas"

"Siempre es divertido observar cuánta gente puede reunirse procedente de ninguna parte cuando sucede algo fuera de lo corriente"

"¿Pero cómo podía haber estado tan segura de que la idea funcionaría? ¿Cómo podía haber sido tan torpe? Quizá cuando la gente desea tan desesperadamente una cosa, esa misma ansia les hace creer en cualquier cosa que pueda proporcionársela"

"Todo el sistema del mundo está construido sobre una mentira. Y aunque todo esto es tan evidente como el mismo sol..., los ignorantes han vivido tanto tiempo con esa mentira que ya no son capaces de verla"

"No podemos quedarnos quietos después de saber, sino que tenemos que actuar"

"Por cada hombre rico, hay un millar de pobres que trabajan para que este rico se haga más rico"

"En nuestro interior hay un propósito fuerte, firme, y si fracasamos en llevarlo a cabo, nos habremos perdido para siempre"

"Las palabras no dichas le pesaban más en el corazón"

"No me hagas preguntas y no te contestaré mentiras"

"Porque, bajo este sistema, los cerdos son valiosos y los hombres no. No se pueden hacer costillas y salchichas de cerdo de los flacuchos niños de las hilanderías"

"Cuando conocen la verdad, ya no pueden seguir siendo oprimidos"

"¿Y cómo pueden los muertos estar realmente muertos si siguen viviendo en el alma de aquellos que dejaron detrás?"


lunes, 28 de marzo de 2011

Haruki Murakami - Al Sur de la frontera, al Oeste del Sol

"Hay una realidad que demuestra la verdad de un hecho. Porque nuestra memoria y nuestros sentidos son demasiado inseguros, demasiado parciales. Incluso podemos afirmar que muchas veces es imposible discernir hasta qué punto un hecho que creemos percibir es real y a partir de qué punto sólo creemos que lo es. Así que para preservar la realidad como tal, necesitamos otra realidad —una realidad colindante— que la relativice. Pero, a su vez, esta realidad colindante necesita una base para relativizarse a sí misma. Es decir, que hay otra realidad colindante que demuestra, a su vez, que ésta es real. Y esta cadena se extiende indefinidamente dentro de nuestra conciencia y, en un cierto sentido, puede afirmarse que es a través de esta sucesión, a través de la conservación de esta cadena, como adquirimos conciencia de nuestra existencia misma. Pero si esta cadena, casualmente, se rompe, quedamos desconcertados.
¿La realidad está al otro lado del eslabón roto? ¿Está a este lado?"

Haruki Murakami - Al Sur de la frontera, al Oeste del Sol


"[...]

- El sur de la frontera, el oeste del sol - dijo.
- ¿Qué es eso de «el oeste del sol»?
- Existe de verdad - dijo- . ¿No has oído hablar de la histeria siberiana?
- No.
- Lo leí en alguna parte hace tiempo. Creo que cuando iba al instituto. No logro recordar dónde, pero, en fin, era una enfermedad que sufrían los campesinos de Siberia. Imagínatelo: eres un campesino y vives solo en los páramos de Siberia. Trabajas la tierra un día tras otro. A tu alrededor, hasta donde alcanza la vista, no hay nada. El horizonte al norte; el horizonte al este; el horizonte al sur; el horizonte al oeste. Nada más. Todos los días, cuando el sol sube por el este, vas al campo a trabajar. Cuando alcanza el cénit, descansas y comes. Cuando se oculta tras el horizonte, al oeste, vuelves a casa y duermes.
- Una vida muy distinta a la de llevar un bar en Aoyama.
- Sí - dijo ella sonriendo. Y ladeó un poco la cabeza- . Muy distinta. Y eso, día tras día, año tras año.
- Pero, en Siberia, en invierno, no se pueden cultivar los campos.
- No, claro - dijo Shimamoto -. Durante el invierno te quedas en casa trabajando en cosas que puedas hacer en el interior. Y, al llegar la primavera, vuelves a salir al campo. Tú eres ese campesino. Imagínatelo.
- De acuerdo.
- Y entonces, un día, algo muere dentro de ti.
- ¿Algo muere? ¿El qué?
Ella negó con la cabeza.
- No lo sé. Algo. A fuerza de mirar, día tras día, cómo el sol se eleva por el este, cruza el cielo y se hunde por el oeste, algo, dentro de ti, se quiebra y muere. Y tú arrojas el arado al suelo y, con la mente en blanco, emprendes el camino hacia el oeste. Hacia el oeste del sol. Y sigues andando como un poseso, día tras día, sin comer ni beber, hasta que te derrumbas y mueres. Esto es lo que se llama histeria siberiana.
Intenté representarme la imagen de un campesino siberiano caído de bruces en el suelo, agonizando.
- ¿Qué hay al oeste del sol? - pregunté.
Ella volvió a negar con la cabeza.
- No lo sé. Tal vez no haya nada. O tal vez sí. [...]"

Haruki Murakami - Al Sur de la frontera, al Oeste del Sol

"[...]
- ¿De verdad crees que se trata de una manipulación ilegal de acciones?
- Si lo quieres saber, pregúntaselo directamente a tu padre. Pero, mira, Yukiko, una cosa sí te la puedo decir. Acciones que tengan un beneficio garantizado no existen en ninguna parte del mundo. Para conseguir esa garantía tiene que darse alguna manipulación ilegal. Mi padre estuvo empleado en una compañía de valores hasta la jubilación, durante casi cuarenta años. Trabajó muy duro, de la mañana a la noche. Y lo único que dejó fue una casita de nada. Muy hábil no debía de ser, seguro. Mi madre, cada noche, repasaba las cuentas de la casa preocupada porque, por una diferencia de cien o doscientos yenes, no le cuadraban los números. ¿No lo entiendes? Ése es el tipo de hogar en el que yo he crecido. Dices que no has podido mover más de ocho millones. Pero, Yukiko, ese dinero es de verdad. No son los billetes del Monopoly. Las personas normales, las que van cada día al trabajo en trenes atestados, no ganan ocho millones en un año aunque se deslomen trabajando y hagan todas las horas extraordinarias que puedan. Yo llevé este tipo de vida durante ocho años. Pero jamás logré ganar en un año esa cantidad. Ni siquiera después de trabajar ocho años. Ni de lejos. Claro que tú no debes entender de qué tipo de vida te estoy hablando, ¿verdad? [...]"

Haruki Murakami - Al Sur de la frontera, al Oeste del Sol

"[...]
- Ya - comenté- . Pero si se construyen tantos edificios, ¿qué pasará con Tokio?
- ¿Qué pasará? Pues que será una ciudad más dinámica, mucho más bonita, más funcional. El aspecto de las ciudades refleja fielmente el estado de su economía.
- Todo eso de que sea más dinámica, más bonita, más funcional, está muy bien. Me parece positivo. Pero las calles de Tokio ya están atestadas de coches. Si aumenta el número de edificios, será imposible circular por las calles. ¿Qué pasará con el agua? Sólo con que no llueva, faltará agua. Y cuando en verano todos los edificios pongan en marcha el aire acondicionado, quizá la energía eléctrica resulte insuficiente. Y nosotros obtenemos la energía del petróleo de Oriente Medio. ¿Qué sucedería si hubiera otra crisis del petróleo?
- Todo eso es asunto del gobierno y del ayuntamiento de Tokio. Para algo pagamos impuestos tan altos. Que vayan pensándoselo los funcionarios salidos de la Universidad de Tokio. Esos tipos siempre se van dando aires, fanfarroneando. Ponen cara de ser ellos quienes mueven el país. Así que, por una vez, no estaría mal que usaran su exquisita cabeza y pensaran un poquito. Yo no lo sé; sólo soy un humilde constructor. Si me hacen un encargo, levanto un edificio. Éste es el principio de la ley de mercado, ¿No es verdad?.

No dije nada. Tampoco había ido allí para discutir con mi suegro sobre la economía japonesa."

Haruki Murakami - Al Sur de la frontera, al Oeste del Sol


"Todo lo que tiene forma desaparece antes o después"

"Nadie se sumerge en ninguna aventura esperando resultados mediocres. La gente, pese a tener un chasco nueve de cada diez veces, desea tener al menos una experiencia suprema, aunque sólo sea una vez. Y eso es lo que mueve el mundo. Eso es el arte, supongo"

"El aspecto de las ciudades refleja fielmente el estado de su economía"

"Y no poder volver atrás, significa perderse"

"El hombre sólo aprende de la experiencia -dijo-. También los hay que no aprenden nada de ella. Pero ése no es tu caso. Tú tienes buen ojo con la gente. Y eso es algo que jamás posee alguien que no aprenda de la experiencia"

"Todo cuanto tiene forma podría desaparecer en un instante [...] antes de que te dieses cuenta todo podía haberse borrado para siempre"

"Es una lástima, pero hay cosas que no pueden volver atrás. Una vez has dado un paso hacia delante, por más que lo intentes, ya no puedes retroceder. Si se estropean, así se quedan para siempre"

"Era demasiado egoísta para llorar por los demás, demasiado viejo para llorar por mí."

" -Por una temporada- son palabras cuya duración no puede medir la persona que espera"

" -Quizás- es una palabra cuyo peso no se puede calcular"


Haruki Murakami - Al Sur de la frontera, al Oeste del Sol


"[...]
- Tú no lo entiendes. No sabes lo vacío que te sientes cuando eres incapaz de crear nada.

- Yo no creo que lo seas. Tengo la impresión de que puedes crear muchas cosas.
- ¿Qué tipo de cosas?
- Cosas que no tienen forma - dije. Y me miré las manos, apoyadas en las rodillas.
Shimamoto me dedicó una larga mirada mientras sostenía inmóvil su copa.
- ¿Te refieres a sentimientos?
- Claro - dije- . Todo desaparece un día u otro. Este local, sin ir más lejos, no sé cuánto tiempo durará. A poco que cambien los gustos de la gente, a la mínima fluctuación económica, todo se irá al garete. Lo he visto muchas veces. Es algo muy simple. Todo lo que tiene forma desaparece antes o después. Sin embargo, hay un tipo de sentimientos que permanecen para siempre.
- Pero ¿sabes, Hajime?, hay sentimientos que son amargos porque perduran,
¿No te parece? [...]"


Dune - Frank Herbert



"Es en el momento de empezar cuando hay que cuidar atentamente que los equilibrios queden establecidos de la manera más exacta"