martes, 29 de diciembre de 2009

La biblia de neón - John Kennedy Toole

Aviso: El último fragmento es parte del final del libro.

"Esos Renning son los que nos mantienen en la miseria. Malditos sean esos tíos ricos. Son los que mantienen este valle pobre, ellos y los condenados políticos, a los que apoyan para que les elijan y nos gobiernen."


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"Las conducían bastante bien, y eso me hacía pensar en cómo las personas a veces pueden hacer cosas de las que nunca las habrías creido capaces."

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"La esposa del señor Williams iba a la iglesia del predicador, y gracias a ella me enteré de lo que pensaban hacer con mamá. El señor Williams me dijo que el predicador y Flora estaban haciendo gestiones para que admitieran a mamá en el manicomio. No podía dar crédito a mis oídos, porque mamá nunca veía a nadie en el pueblo ni nadie la veía a ella, excepto algunos hombres que seguían yendo al claro a cazar conejos. Pensé en los motivos que tendrían para hacer semejante cosa, pero no se me ocurrió ninguno. [...] Pensaba en cómo ciertas personas podían hacer lo que quisieran con otras sin que el sheriff las metiera en la cárcel, e imaginé a mamá subiendo al coche del predicador y abandonándonos. Aquellas imágenes, su partida, y el predicador diciendo a todo el mundo cómo había ayudado al pueblo y a la pobre mujer, llenaban mi mente y no podía pensar en nada más. ¿Qué otra cosa podía hacer un cristiano? Les diría el predicador. Todo buen cristiano actuaría asi sin vacilar.
Me estaba cansando de lo que el predicador llamaba cristiano. Todo lo que él hacia era cristiano, y sus feligreses creían lo mismo. Si robaba en la biblioteca algún libro que no le gustaba, o hacía que el domingo una emisora de radio sólo emitiera durante una parte de la jornada, o encerraba a alguien en el asilo estatal para pobres, a todo eso lo llamaba cristiano. Yo no había tendo mucha instrucción religiosa [...] pero estaba seguro de lo que significaba creer en Cristo, y no era la mitad de las cosas que hacía el predicador."

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"- ¿Qué quiere?
- Mira, tengo el coche al pie de la colina, y estoy preparado para llevarla a un sitio muy bonito. Ya sabes a qué lugar me refiero. Allí será feliz, hijo. Este no es lugar para ella [...] Ve a buscarla. Esperaré ahi sentado.
- No va a ir con usted, no está aquí -[...]
- Vamos, hijo, creo que no lo entiendes. Es por tu propio bien, y también por el del pueblo. Como cristiano he de procurar que cuanto se haga sea por el bien de todos. Subiré yo mismo a buscarla.
- Le he dicho que no está. Además, usted no puede entrar aquí sin más. Váyase ¿Me oye? Salga de aquí. Baje de esa maldita escalera antes de que le haga bajar yo [...]
- No seguiré escuchando tus irreverencias, muchacho. Tranquilízate y da gracias porque alguien tiene el suficiente interés en trabajar por ti y ayudarte en nombre del Señor.

Empezó a subir los escalones, y entonces corrí a la cocina y cogí el arma. Apunté y disparé cuando llegaba a lo alto de la escalera. El retroceso de la pistola me empujó contra la pared, y cuando recuperé el equilibrio vi que el predicador caia hacia adelante".

La elegancia del erizo - Muriel Barbery


"Quizás estar vivo sea esto: perseguir instantes que mueren."

"El Arte es la emoción sin el deseo"


La elegancia del erizo - Muriel Barbery

"¿Para qué sirve el Arte? Para darnos la breve pero fulgurante ilusión de la camelia, abriendo en el tiempo una brecha emocional que parece irreductible a la lógica animal. ¿Cómo surge el Arte? Nace de la capacidad que tiene la mente de esculpir el ámbito sensorial. ¿Qué hace el Arte por nosotros? Da forma y hace visibles nuestras emociones y, al hacerlo, les atribuye este sello de eternidad que llevan todas las obras que, a través de una forma particular, saben encarnar el universo de los afectos humanos."

En brazos de la mujer madura - Stephen Vizinczey

"Estas pasiones sin esperanza llevan implícita la suposición de que existe una posibilidad, que si nuestro ídolo no repara en nosotros es porque hemos sido incapaces de demostrarle nuestra verdadera valía. Si pudiéramos mostrarnos como somos en realidad, revelar la profundidad de nuestros sentimientos..., ¿Cómo iba a resistírsenos? Es el nuestro un optimismo sin límites."

En brazos de la mujer madura - Stephen Vizinczey

"- Pareces conocerme muy bien - Le dije-, de manera que no ha de serte difícil adivinar lo que siento.
Zsuzsa volvió a cambiar de actitud, con rapidez.
- Yo diría que tú deseas todo lo que puedes conseguir."

En brazos de la mujer madura - Stephen Vizinczey

"- Bueno, creo que no debe preocuparme mucho que seas más joven que yo -dijo cuando nos levantamos de la mesa-. Quizá no sepas mucho de la vida ni de la gente, pero sabes más que yo de lo que dicen los libros, de modo que quedamos a la par. No soporto a los individuos que son más tontos que yo."

En brazos de la mujer madura - Stephen Vizinczey

"- Te quiero
- No digas eso - Protestó Paola, perdiendo la alegría. Se subió la manta hasta el cuello, impidiéndome recrearme con su cuerpo-. Me haces sentir en la obligación de decir lo mismo. Y no puedo decir eso. No sería verdad.
- ¡Pues vamos a mentir!
- Si tú puedes mentir, yo no."

viernes, 4 de diciembre de 2009

En brazos de la mujer madura IV - Stephen Vizinczey

"La cara desnuda de una mujer completamente vestida me resulta irresistible. Y ahora Klarí me preguntaba que podía hacer conmigo.

- Seducirme.
Se puso seria.
- Eso no lo esperaba de ti, András.
- ¿No me has preguntado qué ibas a hacer conmigo?
- Era un decir, una frase amistosa para entrar en conversación.
- ¿Qué hay más amistoso que pedirte que me seduzcas?
[...]"

En brazos de la mujer madura III- Stephen Vizinczey

"Ella se deleitaba en todos los movimientos, o, simplemente, sólo con tocar mis huesos y mi carne. Maya no era de esas mujeres para las que el orgasmo es la única recompesa por una actividad pesada: hacer el amor con ella era consumar una unión, no la masturbación interna de dos desconocidos en una misma cama".

En brazos de la mujer madura III - Stephen Vizinczey

"Nuestro profesor de Inglés nos dijo que Romeo y Julieta trataba de la fuerza del amor de la juventud que vence a la muerte. Cuando leí la obra, descubrí que se trata de la fuerza de la ignorancia de la juventud que vence al amor y a la vida. Porque, ¿Quién si no dos chavales idiotas habían de matarse en el preciso instante en que, por fin, van a poder reunirse después de tantas penalidades e intrigas?
Todavía pienso que, en la medida de lo posible, chicos y chicas deberían desentenderse unos de otros. Hoy las chicas son más complacientes y son ellas las que sufren, más que los chicos. Pero para ambos la adolescencia puede ser un infierno. Entonces, ¿Por qué compartirla?.
Tratar de hacer el amor con alguien que es tan torpe como uno mismo me parece tan insensato como meterse en aguas profundas con otro que tampoco sepa nadar. Aunque no te ahogues, te llevas un buen susto".

En brazos de la mujer madura II - Stephen Vizinczey

"Y, aunque espero que estas memorias sean instructivas, no han de ayudarles a conseguir que las mujeres se sientan más atraídas por ustedes de lo que ustedes se sientan por ellas. Si, en el fondo, ustedes las odian, si sueñan con humillarlas, si gozan mostrándose autoritarios, es posible que ellas les paguen con la misma moneda. Ellas les querrán y les desearán tanto como ustedes las deseen y las quieran a ellas, bendita sea su generosidad".

jueves, 3 de diciembre de 2009

A través del espejo - Lewis Carroll

"- Es una mermelada muy buena -dijo la Reina.
- Bueno, de todos modos hoy no me apetece.
- Hoy no la tendrías aunque quisieras -dijo la Reina-. La regla es: mermelada ayer, mermelada mañana... pero nunca hoy.
- Pero alguna vez tendrá que ser «mermelada hoy» —objetó Alicia.
- No; no puede ser -dijo la Reina-. La mermelada toca al otro día; como comprenderás, hoy es siempre éste.
- No os comprendo -dijo Alicia-. ¡Lo veo horriblemente confuso!
- Es lo que pasa al vivir hacia atrás -dijo la Reina con afabilidad-: siempre produce un poco de vértigo al principio...
- ¡Vivir hacia atrás! -repitió Alicia con gran asombro-. ¡Jamás había oído nada semejante!
- Sin embargo, tiene una gran ventaja: la memoria funciona en las dos direcciones.
- Desde luego, la mía solo funciona en una -comentó Alicia-. No puedo recordar cosas antes de que hayan sucedido.
- Es mala memoria, la que funciona sólo hacia atrás -comentó la Reina."


En brazos de la mujer madura - Stephen Vizinczey



"Hasta a la vida le somos infieles"


"Nada como la estupenda sensación de cortar el cordón de tus frustaciones, de marcharte para siempre, libre e independiente".

"Se me hace cada vez más difícil tomarme en serio"

"¿Cómo va la gente a aspirar a algo que no sea el dinero si nada en su entorno les recuerda a los inmortales que crearon cosas que no se devalúan con la inflación?"

"Pero todo aquello que la sociedad considera un bien principal se convierte en imperativo moral al que no podemos renunciar sin comprometer la conciencia"

"Estábamos perdiéndonos en un desierto de imposibilidades"

"Vengo de una revolución - Dije con fanfarronería, pero sin mostrar la cara-; a mí no puedes asustarme"

"Una dictadura extranjera te enseña la desesperación por partida doble; ni tú ni tu pais tenéis la menor importancia"

"Puedo haber hecho muchas cosas, pero me he mantenido alejado de las puras. A ellas les asustan las consecuencias; a mí me aterran los preliminares."

"Lo peor de este asqueroso Estado policíaco colonial no es lo que hagan contigo, sino lo que podrían hacer contigo si se les ocurriera"


En brazos de la mujer madura - Stephen Vizinczey

"Cuando volví a casa de Maya, cenamos y volvimos a la cama, sólo para sentirnos el uno al otro y charlar. Naturalmente, le dije que la quería - Y la quería, y aún la quiero-, y le pregunté si ella me quería a mí.
- Sí; Te quiero - Dijo muy seria-, Pero ya verás cómo el amor no dura y que es posible querer a más de una persona al mismo tiempo.
- ¿Es que tienes a otro? - Pregunté, asustado.
- Bueno, tengo a mi marido- Dijo ella con los ojos muy abiertos-. Pero eso no tiene por qué preocuparte. Esa idea de que sólo se puede querer a una personaes lo que confunde a la mayoría de la gente".

Un mundo Feliz - A. Huxley

"-Y he aquí- dijo el Director sentenciosamente- el secreto de la felicidad y la virtud: amar lo que hay obligación de hacer. Tal es el fin de todo el acondicionamiento: hacer que cada uno ame el destino social, del que no podrá librarse"