miércoles, 13 de octubre de 2010

El nombre de la rosa - Umberto Eco

"Un día lo encontré paseando por el jardín sin ningún propósito aparente, como si no debiese dar cuenta a Dios de sus obras. En la orden me habían enseñado a hacer un uso muy distinto de mi tiempo, y se lo dije. Respondió que la belleza del cosmos no procede sólo de una unidad en la variedad, sino también de la variedad en la unidad. La respuesta me pareció inspirada en un empirismo grosero, pero luego supe que, cuando definen las cosas, los hombres de su tierra no parecen reservar un papel demasiado grande a la fuerza iluminadora de la razón."

3 comentarios:

Adrián J. Messina dijo...

Me cautivaste realmente con la cita del autor en cuestión, contiene una imagen muy fuerte y de una reflexión poca veces logradas.

Un saludo.

An Wild dijo...

Te cautivó Umberto Eco...

:)

Raúl Peñaloza de Moure dijo...

Me transporté por un momento a El Péndulo de Foucault.

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