martes, 5 de octubre de 2010

Miguel Ángel Velasco - La miel salvaje


El humo del cigarro


Miras a contraluz el suelto hilo
que se devana en fáciles volutas.
Y en esa transparente arquitectura
Reconoces un ritmo, el equilibrio
de una danza precisa.
Y te dices que el humo tiene un orden,
un concertado pulso que edifica
su liviana columna.

El mismo que gobierna
la rotación de antiguas nebulosas,
el latido puntual de las mareas
y el de tu corazón, desafiando
el peso de la tierra.
Se consume la brasa,
pero se prende el denodado estambre
al rizo de su vuelo, y multiplica
en la sutura de las altas pérgolas
esa ufana corola necesaria.
Lo que nunca será de la ceniza.

9 comentarios:

Raúl Peñaloza de Moure dijo...

Lo difícil que es para mí leer un poema, y lo fácil que es para ti difundirlo.

Todavía me queda mucho por aprender.

;-)

An Wild dijo...

Ufuf... pues si supieras lo que me queda por aprender a mí...

Anónimo dijo...

buen poema.

http://www.azetarevista.com/

V de Tierra dijo...

Miguel Angel Velasco, lo anoto para conocerlo mas!!

An Wild dijo...

Miguel Ángel Velasco murió el pasado Sábado.

Yo creo que tiene muchas cosas por descubrir, lo malo es que se suele hacer más eco de la muerte de un autor que de su obra en vida.

Un abrazo.

J.Eugenia Mares dijo...

Hermosa poesía.. una pena saber de su fallecimiento-
he disfrutado de mi paseo por tu bloog. dejo mi huella y un calido abrazo.

An Wild dijo...

Pues sí, es una pena.

Bienvenida a la Pinza Atlántida.
Otro abrazo para tí.

Anónimo dijo...

poesia y tabaco, me encanta..

An Wild dijo...

Solo falta el papel de liar.

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