"Se habló mucho del caso. Unos dijeron: Ese muchacho es un anarquista, conque vamos a fusilarlo, es el momento, y rápido, sin vacilar y ni dar largas al asunto ¡que estamos en guerra!...
Pero según otros, más pacientes, era un simple sifilítico y loco sincero y, en consecuencia, querían que me encerraran hasta que llegase la paz o al menos por unos meses, porque ellos, los cuerdos, que no habían perdido la razón, según decían, querían cuidarme y, mientras, ellos harían la guerra solos. Eso demuestra que, para que te consideren razonable, nada mejor que tener una cara muy dura. Cuando tienes la cara bien dura, es bastante, entonces casi todo te está permitido, absolutamente todo, tienes a la mayoría de tu parte y la mayoria es quien decreta lo que es locura y lo que no lo es"
... Cada quien
Hace 11 horas
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