sábado, 6 de noviembre de 2010

XXVII - José Ángel Valente

A usted le doy una flor,
si me permite,
un gato y un micrófono,
un destornillador totalmente en deshuso,
una ventana alegre.
Agítelos
Haga un poema.
O cualquier otra cosa.
Léasela al vecino.
Arrójela feliz al sumidero.
Y buenos días,
no vuelva nunca más, salude
a cuantos aún recuerden
que nos vamos pudriendo de impotencia.

1 comentarios:

Fran dijo...

Un grande, aunque prefiero "Sé tú mi límite", de hecho creo que es la mejor poesía de amor que se pueda escribir.

Publicar un comentario

Bienvenido, ¡Gracias por tu comentario!