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Inesperadamente me telefoneó desde un estadolejano:- nunca podía discutir contigo - medijo-,te limitabas a largarte.mi marido no es así,lo tengo siempre pegado.me maltrata.- nunca he creído en las discusiones - ledije -, no hay nada quediscutir.- te equivocas - me dijo -, deberías intentarcomunicarte.- "comunicarse" es una palabra trillada como"amor" - le dije.- pero, ¿no crees que dos personas pueden"amarse"? -, me preguntó.- no si intentan "comunicarse" - lerespondí.- estás hablando como un gilipollas - medijo.- estamos discutiendo - ledije.- no - respondió -, estamos intentandocomunicarnos.- tengo que irme - le dije, y colgué,luego desconectéel teléfono.miré el aparato.lo que no entendían era quea veces no había nada quesalvaraparte de la justificación personal de unpunto de vista personaly que ésa sería la causadel blanco fogonazo cegadorun día de estos.
1 comentarios:
Discutir es una manera de comunicarse también, es más, es en las discusiones vehementes cuando los comunicadores pasan a no reflexionar y sale a la luz todo, o casi todo, lo que en momentos de comunicación-calma no se saca. Con lo cual, quizá sean en las discusiones-acaloradas cuando más verdades se exponen.
Muy bueno Dorian. Besos.
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