"[... ] Un cangrejo avanzaba hacia él, deslizándose por el reluciente suelo de baldosas [...].
Entonces rompí a llorar. Me senté en la camilla, me abracé las rodillas y lloré, porque el mundo estaba corrompido y lo único que acudía en mi ayuda era aquel puñado de animalejos que eran los causantes de todo"
Seishu Hase: El chico y el perro
Hace 36 minutos
0 comentarios:
Publicar un comentario
Bienvenido, ¡Gracias por tu comentario!