sábado, 6 de marzo de 2010

La hermandad de la uva - John Fante

"Tenía arte para llorar. Me había procurado muchas ventajas en la vida y también en algunos problemas. Cuando tu debilidad es tu fuerza, llora. Porque llorar desconcierta al prójimo, que no sabe qué hacer. Espera violencia y ésta se disuelve en un charco de lágrimas. Lloré cuando tomé la primera comunión. Mis lágrimas desarmaron a Harriet y acabó casándose conmigo. Sin lágrimas, jamás me habría acostado con una mujer y con ellas nunca fallaba. Han ablandado el corazón de mujeres que me detestaban y que querían matarme después de sucumbir. He llorado mientras escribía pasajes melancólicos. Cuanto mayor me hacía, más lloraba."

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